jueves, 22 de abril de 2010

La culpa es de los pollos, no de los curas

Un Interesante artículo de El País:

La culpa es de los pollos, no de los curas

Todos debiéramos tener derecho a decir estupideces. Es casi condición humana; en alguna convención seguro está prevista. Pero hay que diferenciar la tribuna desde la que se rebuzna. Tenemos burradas que no pasan de ocurrencias, y las hay que al hacerle cosquillas al demonio, descubren las tripas de la intolerancia, la estulticia y algunas que otras trabas atávicas.

La joya más reciente la aportó el presidente de Bolivia, Evo Morales. Habló hace unos días en la I Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático y la Madre Tierra. Reunión importante, porque hay que poner en la agenda algunos asuntos a retomarse a fin de año en Cancún, en la COP 16. Evo se lanzó con todo a favor de los alimentos ecológicos y contra los modificados genéticamente. Le llegó el turno al pollo, y no salió bien librado: "el pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres." Así, ¿o más claro? Dicen las crónicas que entre los presentes hubo risas. A saber. Lo que sí, más de uno en este mundo debió quedar tranquilo. Reconocer que son los pollos cargados de hormonas los culpables de la homosexualidad, seguro provoca suspiros de alivio en quienes ven al demonio en esas "prácticas anti natura": tan fácil como decapitar a cuanto pollo hormonado encontremos, y problema arreglado (falta ver cómo explicamos la homosexualidad de algunos vegetarianos, pero aquí no da para tanto). Luego Evo habló de los calvos, "que es una enfermedad en Europa por las cosas que comen", y de ahí se siguió con las patatas, la Coca Cola y un transgénico etcétera.

No pasaría de anécdota si el que hablara no fuese Presidente de una nación, y si el tema real en el fondo no fuese tan importante como es. Urgen sin duda más y mejor informados debates sobre la calidad de los alimentos que consumimos. Cierto que ha habido voces de alerta sobre las alteraciones corporales que pueden sufrir quienes consumen alimentos altamente hormonados. Y sí, desde siempre hemos tenido "enfermedades" como la alopecia (que es el nombre elegante de la calvicie) más propias de ciertas condiciones genéticas que de otras. Pero ligar en un mismo discurso al pollo, las hormonas, la homosexualidad y la enfermedad, habla no sólo de un dislate mayúsculo, sino revela algo aún más grave: quien es homosexual lo es por contaminación. Ahí la anécdota ya pierde chiste, ¿verdad?

Hay de necedades a necedades: de las que hunden, y de las que afirman el heroísmo. Te acusarán, te acusarán, te acusarán: ... de ser sabio en el país de los necios, canta Joaquín Sabina. Será que la necedad parió conmigo, la necedad de lo que hoy resulta necio... agrega Silvio Rodríguez. Sí, hay de necedades a necedades. La de Evo no es de las heroicas, no así.

Pero las estupideces no se quedan en lo apuntado. Tenemos un catálogo casi infinito de ellas en declaraciones recientes, por ejemplo, en voz de jerarcas religiosos. Ya el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarciso Bertone, había dicho hace apenas unos días que hay relación entre homosexualidad y pedofilia. Y en México, el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, declara que "ante tanta invasión de erotismo no es fácil mantenerse fiel tanto en el celibato como en el respeto a los niños". ¡Santa declaración!, diría el Robin de Batman (quienes, conspirarían algunos por ahí, seguro comieron de esos pollos que denuncia Evo). Ni para dónde hacerse. Y todo no pasaría de una anécdota si quienes hablan no son lo que son, y si el agravio no fuese lo profundo que es.

Antes de que me acusen de anti-indígena (como han sido calificados quienes señalan el equívoco de la declaración de Evo, mientras los medios más afines a las causas de Morales maquillan las declaraciones en titulares ambiguos) o de anti-clerical (criticar a la Iglesia es todavía pecado inaceptable para los portadores del bien), subrayo otra joya de la incontinencia verbal de nuestros líderes del siglo XXI: en estos días, un clérigo iraní de alto rango (Hojatolesdam Kazem Sedighi) culpó a las mujeres que no se "visten de forma modesta" de ser responsables de los terremotos. ¡Ahí está! Dejen de pensar que tanto terremoto en este mundo predice el inminente Apocalipsis. ¡Son las mujeres y sus vestimentas ligeras! En México les habíamos atribuido menos poderes: Juana Camila Bautista, fiscal especializada en Delitos Sexuales de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, sólo había apuntado que los ataques sexuales contra mujeres se incrementan en estas cálidas primaveras por el uso de ropa ligera. Pero ya atribuirle a la vestimenta la provocación de un terremoto... ¡lo que puede hacer un escote pronunciado!

Ríamos para no llorar. O exijamos mejores dirigentes. O hagamos de nuestra vida pública una oscura y cínica comedia de situación propia de la posmoderna televisión estadounidense. Mientras esto escribo, un amigo me refiere por el Twitter: "pollos con hormonas causan homosexualidad (Evo); y ésta a su vez pederastia (Vaticano), 'tons los pollos y no los curas son culpables; ya 'stá." Y sí, ¡ya estuvo señores Cardenales! La culpa es de los pollos, no de los curas.

A quien sí le voy a acercar este texto es a mi padre: me temo que su calvicie se debe a la alimentación que por años le preparó mi madre. Es hora de que se defienda. O de que todos soltemos una carcajada liberadora.

Gabriela Warkentin es directora del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México; Defensora del Televidente de Canal 22; conductora de radio y TV; articulista.

6 comentarios:

Choquehuanca Müller dijo...

El problema que tiene Evo Morales es que sus seguidores le apoyan incondicionalmente por mayor que sea la burrera que diga; mientras que sus opositores le detestan también incondicionalmente, incluso cuando lo que dice es cierto.

El ejemplo de los pollos y los gays es paradigmático. El viceministro Wilfredo Chávez Serrano enseguida nos ha contado que el nunca ha tomado cocacola y que sólo come pollo criollo (se enojó cuando la periodista le preguntó dónde lo compraba), mientras que el senador masista Eugenio Rojas nos ha venido con el cuento de que él cría cuis en El Alto y que estos conejos es lo único que come (y pato cuando va a Santa Cruz). Es decir, ni una sola voz crítica o reflexiva desde el MAS. Nadie se atreve, porque al Presidente la crítica le produce sarpullidos.

Del mismo modo, la oposición se ha quedado en la anécdota (grave y demostrativa de una ignorancia sin fondo, pero anécdota al fin) de que el pollo promueve las "desviaciones" sexuales y han dejado de lado que el Presidente Morales tiene razón en el fondo de lo que dice: cada día comemos peor, animales criados en peores condiciones, alimentados de manera más nefasta y saturados de hormonas, antibióticos y dios sabe qué. Baste como ejemplo las famosas vacas locas, reses canívales alimentadas con restos de otras vacas.

Por supuesto, en los tiempos que corren es difícil pedir ecuanimidad. Pero es que en Bolivia siempre han corrido malos tiempos.

CUCHITA dijo...

En realidad no estoy segura hacerca de lo incondicional que son sus seguidores de evo, por que un dia deja de darles plata y al dia siguiente ven las declaraciones de sus seguidores:
"que se cree el evo un dictador puesss..."
Pero el panico que despierta en los hombres lo del pollo es cómico

Choquehuanca Müller dijo...

Estoy de acuerdo con cuchita. los incondicionales siempre son cuyunturales. Basta escuchar a Abel Mamani o a Simón Yampara para descubrir el discurso postMAS

Don Juan de Sarco dijo...

El discurso del presidente parece sacado de una cadena de e-mail sin ningun fundamento, es así que no sería raro que pronto se pronuncie en contra del colocado de imanes en los refrigeradores o quiera prohibir la leche porque segun otra cadena la leche alimenta el crecimiento del cáncer...

Esta cumbre lamentablemente fue solo una cumbre política, basta con ver el muralcito que prepararon (ver Los Tiempos del lunes 19) donde se aprecia al "Ché", Evo, Fidel, Hugo y Linera en una marcha al frente de pueblos indigenas... me pregunto que tan ecologista fue "el che" que propició la crisis de los misiles nucleares en los 60's

Gracias por los comentarios y saludos

F. Rojo dijo...

El Presidente Morales no tiene mayor interés por la ecología, eso es evidente. Tampoco creo que le importen los gays, los calvos o los alimentos transgénicos. Le importa su proyecto de poder, eso sí. Es verdad que esta vez le ha salido mal, no siempre se gana,

Anónimo dijo...

http://elblogdelpadrecarlos.blogspot.com/2010/04/evo-y-sus-teorias-nueva-revolucion.html

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