Primero, claro está: la eterna propaganda política, el interminable proselitismo del compañero hermano presidente camino hacia el paraíso político que busca convertir al por ahora "estado plurinacional", paraíso donde las voces disonantes con el discurso habrán sido aplastadas hace tiempo.
Segundo, continuar arañando las ganancias de empresas que lograron hacerse medianamente sostenibles luego de procesos profundos de transformación y eliminación de burocracia y corrupción... pues de vuelta a lo mismo, a llenar las planillas de buscapegas y ganapanes del gobierno de turno, quienes cobran su apoyo "incondicional" al proceso de cambio, a cambio de una rentita que aleje sus preocupaciones materiales mientras continúan con sus negocios de contrabandistas, cocaleros, y una larga lista de extorsionadores de otras empresas... (cualquier parecido con el senador Omar Fernandez es obvia).
Tercero, la autonomía... si, aunque usted no lo crea, todo esto pasa por la vocación autonomista del gobierno. Usted entenderá que al tener un país con gobernadores, alcaldes, dirigentes campesinos, caciques indigenas, callawayas (profesionales y amateurs) y un largo etcétera de "autoridades" con iguales atribuciones, el resultado normal sería el caos (mayor al actual) del país, por lo que el gobierno en su infinita sabiduría debe asegurarse que todos estos líderes de departamentos, provincias, cantones, secciones, barrios, manzanos y tucuimas estén comprometidos con "EL proceso de Kambio"... o para aclarar a algunos que aun creen que aquí existe la democracia: sumisión total al compañero hermano presidente y a sus brillantes ideas... ¿y que pasa con las nacionalizadas? pues lo mismo!, si el presidente no controlara las empresas productivas (hasta el momento) el proceso peligra. Por eso es deber de la revolución convertir a toda empresa productiva en entidades de beneficencia para sostener a las masas que ayudaron a este partido a llegar al poder por los medios violentos pero plenamente autojustificados que hemos visto.
Es más facil quitar al empresario transnacional neoliberal y explotador y regalar a los vagos y ociosos de las listas de masistas que crear nuevas empresas y fomentar una vocación de trabajo y desarrollo real. Mientras tanto otro grupo de empresas se suma a la caída que empezaron ya las otras nacionalizadas.
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