miércoles, 10 de septiembre de 2008

Embajador para unos, juez y verdugo para otros.

En México, la Alcaldesa de Sucre fue agredida por 40 personas que la acusaron de ser racista. Aydeé Nava denunció que el embajador de Bolivia en México, Jorge Mansilla "Coco Manto", le negó su protección acusándola, también, de racista y que él era emisario "sólo de campesinos".
Ayer, la alcaldesa de Sucre Aydeé Nava, en contacto telefónico desde México, denunció que por la mañana, cuando se dirigía a una reunión con el alcalde de la ciudad de México D.F. y los demás invitados internacionales que participan de la reunión del Grupo Internacional del Bicentenario, un grupo de unas 30 a 40 personas, que la esperaban en la puerta del Convento de la Santa Cruz, empezaron a gritarle improperios, insultos y le impidieron el ingreso a la reunión. "Las personas me gritaban que yo era asesina de indígenas, que era racista, que era sirviente del imperialismo y que no era bienvenida en México por los hechos ocurridos el 24 de mayo", manifestó. Nava denunció que también fue agredida verbalmente por el embajador de Bolivia en México, Jorge Mansilla, cuando denunció el hecho a su autoridad y le solicitó que intercediera sus buenos oficios ante una serie de abusos cometidos en su contra.
En mi humilde opinión el embajador de Bolivia en México debería renunciar inmediatamente por no brindar apoyo a todos los ciudadanos bolivianos en éste país, por ejercer como parte acusadora y como juez en un tema con demasiados tintes políticos, ignorando el principio básico que "todos son inocentes hasta que se demuestre lo contrario". Si es emisario sólo de campesinos, no tiene nada que hacer en la embajada, que se vaya a otra parte.

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