El ex comandante departamental de la Policía de Pando Silvio Magarzo reveló, que el 11 de septiembre pasado, cuando cívicos y campesinos se enfrentaron en El Porvenir, pidió ayuda a las Fuerzas Armadas (FFAA) cuando la multitud les rebasó, pero esa ayuda nunca llegó.
"Hablamos con las Fuerzas Armadas acantonadas en Cobija, pero desconozco los motivos por los cuales ellos no han participado", dijo, quien pidió a la Comisión consultar al Mando Policial por qué no respondieron al llamado de la Policía. "No es mi atribución cuestionar aquello", acotó. No obstante, el jefe policial no precisó cuándo envió las notas solicitando el apoyo militar, ni tampoco especificó a qué autoridad se dirigió, luego de haberse replegado del conflicto en la población de El Porvenir.
"Nos sentíamos disminuidos, sin posibilidad de reaccionar o defender de forma adecuada y poder hacer que esto no ocurra", manifestó el jefe policial. Dijo que previamente a los hechos del 11 de septiembre en El Porvenir, sostuvo reuniones con el prefecto de Pando, Leopoldo Fernández Ferreira; la presidenta del Comité Cívico de Pando, Ana Melena; el presidente de la Brigada Parlamentaria de Pando y los representantes de las FFAA.
Según dijo, Leopoldo Fernández planteó que se haga todo lo posible para evitar que surjan enfrentamientos violentos ante la inminente decisión de los campesinos de llegar hasta Cobija para participar de un ampliado en apoyo al proceso de cambio que ejecuta el Gobierno del MAS.
"Nos intimidaron con armas de fuego, con la decisión firme de eliminarnos; (entonces) me paré al frente porque iba por delante y asumí la responsabilidad, porque corría riesgo mi gente y no podía ser culpable de aquello", relató el jefe policial. "Mi conciencia está tranquila, porque no corro con esa responsabilidad de las muertes de mis camaradas", afirmó entre sollozos el ex comandante policial.
Identifica a senador de UN
Respecto a las personas que los amedrentaron, el ex comandante de la Policía de Pando Silvio Magarzo, precisó que no fueron campesinos, quienes en el momento de la balacera corrieron hacia el río Tahuamanu, sino los pobladores de Cobija, entre los cuales podrían haber estado cívicos y personal de la Prefectura.
En el lugar, dijo que únicamente reconoció al senador de Unidad Nacional (UN) José Villavicencio Amuruz, por tratarse de una autoridad, quien estaba cerca del lugar donde se concentró la población civil de Cobija, sin embargo, precisó que no vio si hubiera realizado alguna acción para incitar a la violencia.
Sin embargo, precisó que al margen del senador no podía precisar a otras personas ni indicar si estaban en el lugar, porque no conoce a muchas personas de esa región por el poco tiempo de servicio que llevaba en Pando de servicio.
Magarzo no precisó en su informe de dónde provinieron los primeros disparos, tampoco vio a los campesinos que venían de distintas comunidades portando armas. "Había mucha confusión", agregó el coronel, al señalar que no observó la existencia de cintillos de color rojo, verde o amarillo en las muñecas de los campesinos.
De acuerdo a su relato, la violencia continuó en horas de la noche y al día siguiente en la ciudad de Cobija, donde se produjeron saqueos a comercios, pues debido a la poca cantidad de policías que existen en esa región, no se pudo frenar esos hechos delictivos. Lo que sí se hizo, precisó, es confiscar escopetas y rifles de distinto calibre, además de municiones que se comercializan en la Casa Elena, tienda de venta de armas, con el fin de evitar que éstas caigan en manos de civiles. "Este armamento fue depositado bajo inventario en el Comando Departamental" dijo.
Además Magarzo negó que la policía Mirtha Sosa acusada de haber dado ordenes para disparar contra los campesinos habría procedido de esta manera, según aseguró el coronel que estuvo presente en la escena de los enfrentamientos: "yo la vi a ella levantar las manos en el sentido de que había una persona que estaba bajando de un vehículo y que era maltratada, eso es lo que logré captar de la suboficial", pero evitó hablar sobre las denuncias de tortura en contra de Sosa.
Ahora la misma noticia adornada por la ABI
La declaración prestada este martes por el ex comandante de la Policía Departamental de Pando, Cnl. Silvio Magarzo, ante la Comisión Especial Multipartidaria de Diputados, confirmó que los campesinos que marchaban el 11 de septiembre hacia la ciudad de Cobija estaban desarmados, sufrieron una emboscada por gente armada y se lanzaron al río Tahuamanu para salvar su vida. "No me consta que los campesinos portaran armas, no he logrado ver; el incidente se produjo y es de conocimiento público de qué lado se produjeron los heridos, quiénes fueron baleados, quiénes fueron muertos, quiénes fueron las víctimas, sólo fueron campesinos", explicó el ex Comandante.
Magarzo fue convocado ante la Comisión Especial Multipartidaria de Diputados para declarar sobre los hechos sangrientos cuando gente armada -aparentemente, según los testimonios-, fue enviada por la Prefectura de Pando, arremetieron a campesinos marchistas, dejando un saldo de al menos 18 muertos, entre ellos un niño de dos años, y decenas de heridos y desaparecidos.
Estas afirmaciones coinciden con los informes de Derechos Humanos, Defensor del Pueblo, autopsias de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FLECC), un Juez y testimonios de las víctimas que determinan que los sucesos sangrientos del 11 de septiembre en la población del Porvenir, ubicada a 30 kilómetros de Cobija, fue una masacre planificada por grupos armados contra campesinos y normalistas que portaban palos, platos, cucharas y vasos.
El ex Comandante policial relató que su participación en los hechos luctuosos del 11 de septiembre en Porvenir sólo se limitó al resguardo de sus camaradas, por lo que ordenó el repliegue de los efectivos policiales al verse rebasados por los grupos armados. En su declaración, el Cnl. Magarzo indicó que en horas de la madrugada del día 11, la Policía recibió información desde Porvenir, de que funcionarios de la Prefectura procedieron a cavar zanjas con maquinaria pesada para poder obstaculizar el ingreso de vehículos que estarían avanzando desde Puerto Rico y Filadelfia cargando campesinos. Ya en horas de la mañana de aquel fatídico día, en la cancha principal de la población de Porvenir, se encontraba gran cantidad de gente del pueblo, cívicos y funcionarios de la Prefectura, y evidenció gente portando armas de fuego, por lo que el ex Comandante trató de persuadir para evitar el inicio del fuego.
CAMPESINOS, MUJERES Y NIÑOS
Magarzo señaló que el ente policial tenía la información de que los campesinos se trasladaban hacia Cobija, pero debido a las distancias que existen entre las diversas comunidades y por la poca cantidad de policías no se pudo frenar la marcha. En ese contexto, el ex Comandante de Policía de Pando explicó que en el escenario en el que se desató la masacre existían dos grupos. Uno de campesinos en el que se encontraban hombres, mujeres y niños; en el otro extremo, gente que pertenecía al Comité Cívico y a la Prefectura. A raíz de este hecho, evidenció que los disparos fueron en contra del sector campesino, razón por la cual ellos escaparon hacia el río para salvar sus vidas.
REPLIEGUE Y AMENAZAS
Debido a esto, el reducido contingente policial tuvo que replegarse hacia el puesto policial ubicado en cercanía de la población de Porvenir, donde fueron interceptados por grupos armados que amenazaron con quitarles la vida y destruyeron los vehículos oficiales. "En momentos en que nos retirábamos fuimos intimidados con armas de fuego y con la decisión firme de eliminarnos. Me paré al frente y asumí la responsabilidad porque corría riesgo mi gente y no podía ser culpable de eso", declaró acongojado Magarzo. Identificó a este grupo armado con la firme decisión de tomar cualquier tipo de actitud en contra de los policías, por lo que al comenzar el tiroteo, los policías se dispersaron para tratar de auxiliar a las personas que caían por los impactos de bala. El Cnl. Magarzo reveló, además, que reconoció al senador del partido opositor Unidad Nacional (UN), José Villavicencio, en el lugar donde se ejecutaba la represión de campesinos que derivó en la denominada masacre del Porvenir del 11 de septiembre. "No conozco a mucha gente en Cobija debido al poco tiempo que estuve allá, a la única persona que vi en ese lugar, cuando se estaba produciendo el enfrentamiento, al que pude reconocer fue al senador Villavicencio, no puedo precisar los nombres de otras personas porque no las conozco", señaló el ex Comandante de Pando.
1. Según los enfermos mentales de la ABI, "no me consta" es igual a "confirmar"
2. La ABI ya dio por supuesto que gente armada -aparentemente, según los testimonios-, fue enviada por la Prefectura de Pando.
3. la ABI afirma que la FELCC y DDHH ya solucionaron el caso y que "fue una masacre planificada por grupos armados contra campesinos y normalistas que portaban palos, platos, cucharas y vasos."
4. En contradicción a la noticia de Los Tiempos los degenerados de la ABI dicen que el ex-comandante "evidenció que los disparos fueron en contra del sector campesino, razón por la cual ellos escaparon hacia el río para salvar sus vidas.", en los tiempos dice que fueron los cívicos los que se lanzaron al río.
5. Según la ABI: Magarzo dijo: "En momentos en que nos retirábamos fuimos intimidados con armas de fuego y con la decisión firme de eliminarnos. Me paré al frente y asumí la responsabilidad porque corría riesgo mi gente y no podía ser culpable de eso", y la pregunta es ¿la policía se retiraba antes de tomar la decisión de retirada?... conclusión: las primeras 6 palabras de la frase son cortesía del aparato propagandístico del gobierno.
2 comentarios:
La verdad que los de ABI son unos tipazos... Goebbles revolcate de envidia en tu tumba.
verdad, son hábiles en manipular y mentira los zoquetes ésos... y cínicamente se hacen llamar "informadores"
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